Ya sabéis que hace muchos años que uso smartphone y con el paso del tiempo las pantallas han ido creciendo y creciendo. Aún recuerdo cuando me compré el Nokia N95 y mis compañeros y amigos fliparon con el tamaño de su pantalla, hoy día es una ridiculez pero en aquel momento era impresionante.
Al incrementarse el tamaño y hacerse táctil, la pantalla se ha convertido en el punto más débil de un smartphone. Además de los posibles problemas de roturas por caídas, los arañazos y desperfectos derivados del roce con llaves, monedas o el propio uso, son el principal problema con el que nos encontramos en nuestros móviles.
Protectores de pantalla sí o no
Hasta ahora no he sido demasiado amigo de poner protectores de pantalla, quizás en los primeros smartphones sí, allá por 2009 con los HTC Magic, Hero, Nexus One… pero después de tener bastantes móviles y ver cómo la calidad de las pantallas mejoraba con la llegada de materiales como el Gorilla Glass y que los protectores de pantalla dejaban mucho que desear, decidí olvidarme de este tipo de protecciones.
Hasta ahora los protectores eran difíciles de poner, sucios y te hacían perder la experiencia de usuario.
He usado protectores baratos que costaban 1 euro el pack de 3, los he comprado de hasta 6 ó 7 euros la unidad y también los intermedios pero me encontraba con tres problemas diferentes:
- Son difíciles de poner, es raro que queden absolutamente perfectos y si no se ponen bien a la primera, lo normal es que ya no queden bien.
- Se ensucian bastante con el uso y la grasa de los dedos. Al cabo de un tiempo se rayan y se ponen feos y pierden la transparencia.
- En algunos se pierde algo de sensibilidad y el dedo no desliza igual de bien que sin él.
Hace unos días decidí probar algo que me habían recomendado y que me llegará con mi nueva tablet, la Xiaomi Mipad, se trata de un protector de cristal templado.
Este tipo de protectores son más gruesos y rígidos que los normales y por tanto, quitamos de en medio dos de los tres problemas citados, la dificultad de ponerse, ahora no quedan burbujas y no se raya nada y el tacto es igual o mejor que la propia pantalla original.
Además elegí uno de la marca Nilkin que cuenta con una ventaja añadida, tiene un acabado oleofóbico que repele la grasa, lo que hace que no se manche tanto y en caso de que se manche, la suciedad saldrá más fácilmente. La presentación es sublime y trae todo tipo de accesorios que nos permiten colocarlo perfectamente.
Llevo una semana usándolo y no puedo estar más contento, cuesta menos de 20 euros en MobileFun y hablando con un empleado de la tienda le decía que vale cada céntimo que piden por él.
A partir de ahora es un must have en todos mis futuros dispositivos.
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